Hay viajes digamos que puedes ser temáticos, quiero decir, si te vas al norte de España, pues tu viaje estará marcado por la montaña y la vegetación, si te vas a la costa de Málaga, pues playa y pescadito frito, si te vas a Noruega, pues lo más representativo son los fiordos. Pues bien, hace poco estuve en la Riviera Maya, y desde luego me he quedado con la boca abierta al visitar ese lugar.
Tienes de todo, puedes variar tu viaje según lo que te interese o tus intereses en ese momento, quiero decir, si un día te levantas y te sientes aventurero, pues tienes las grutas de Aktun Chen, o puedes hacer esnórquel o buceo en la barrera de arrecifes coralinos de esa zona, la más grande del continente Americano.
¿Que un día te levantas más tranquilo y quieres empaparte de la cultura del lugar? Puedes visitar por ejemplo Tulum, el único emplazamiento arqueológico de la cultura Maya ubicado al lado de mar.
¿Turismo de playa? Por supuesto, tienes por ejemplo la playa de Akumal, con un agua azul como el cielo y una arena blanca, y si te apetece pues dejarte mimar por los fisioterapeutas del hotel, que es algo muy extendido a poco que te metas en un hotel de calidad media – alta.
Impresionante también la reserva de la biosfera de Sian Ka’an con un sinfín de especies vegetales y animales.
Esto son sólo unos ejemplos de la diversidad que puedes encontrar en la Riviera Maya, para todo tipo de públicos y edades vas a encontrar lo que buscas. Un destino de ensueño, la verdad. Yo es de los lugares más completos en cuanto a oferta turística que he estado ya que te permite hacer de casi todo según tus gustos, y como bien se sabe, es una zona totalmente enfocada al turismo, por lo que el trato al viajero es excelente.