La compra de una vivienda es, sin duda, una de las decisiones más importantes que se toman en la vida, especialmente por el considerable desembolso económico que supone. Un desembolso para el que se necesita, casi siempre financiación ajena. Es en ese momento cuando surge la pregunta de cómo solicitar una hipoteca.
Lo primero que hay que tener claro es que nunca hay que quedarse con lo que nos ofrezca cualquier entidad de financiación sin haberlo comparado con otras. Tal vez confiemos mucho en un banco determinado, pero es posible que haya mejores ofertas, de modo que hay que dedicarle tiempo a buscar y comparar, al fin y al cabo es una decisión con la que podemos ahorrar una buena cantidad de dinero.
También hay que saber qué porcentaje del precio de la vivienda, están dispuestos a financiar. No es lo mismo un 80% que un 60. Si no tenemos ahorros no quedará más remedio que buscar quien mejores condiciones de financiación ofrezca.
Fundamental es saber el tipo de interés que se nos va a aplicar. Y en este aspecto sí que puede haber diferencias notables entre unas entidades y otras. Parece poco, pero un punto de diferencia es mucho dinero a lo largo de la vida de una hipoteca.
Conviene fijarse, por otra parte, en las comisiones que pueden cobrar por aspectos como apertura, subrogación, cancelación anticipada, etc.
Y un último aspecto es tener un cálculo aproximado de la capacidad de endeudamiento que tenemos. Evidentemente las circunstancias pueden cambiar mucho a lo largo del tiempo, pero hay que ser siempre lo más realistas posible.
Con todo esto más o menos claro, hay que hacer todas las preguntas que consideremos importantes, una duda no resuelta puede llevar a tomar una decisión equivocada. Elegir bien la entidad que nos va a prestar el dinero para la vivienda de nuestros sueños, es importante para que pagar la hipoteca no se convierta en una pesadilla.