Algunas personas pueden presentar ciertas enfermedades en su piel que, con el paso del tiempo, afectan directamente sobre su autoestima. Sin causas aparentes ni tratamientos milagrosos, aparece la crema dermatitis atópica que ayuda a tratar uno de los problemas más comunes en la epidermis.
La dermatitis atópica es una afección de la piel que ocurre tanto en niños, como en adultos de cualquier edad. En el primer caso, las lesiones empiezan en su rostro, las manos, los pies y el cuero cabelludo, causando una erupción que genera una fuerte picazón, exudación, ampollas y costras molestas para el bebé.
Para los niños mayores de dos años y adultos, la erupción se nota con mayor frecuencia en los codos, las rodillas, el cuello, los pies y las manos. Por lo general, se presenta con fuertes brotes bajo ciertas condiciones de cada paciente y, en su mayoría, logra controlarse con el uso de lociones especiales que deben ser recomendadas por dermatólogos.
Algunas de estas cremas suelen tener corticoides en su composición, sin embargo, es posible que quienes padezcan de esta enfermedad crónica se resistan a utilizarlas por los graves efectos secundarios que tienen, como causar mayor fragilidad en los tejidos o la estimulación del crecimiento de folículos capilares (vellos) en áreas no deseadas, lo cual empeorará el problema.
Afortunadamente, con el avance de la ciencia, se han creado cremas para la dermatitis atópica sin este componente, que generan un mayor alivio en las personas que deben aprender a estar con estas lesiones durante toda su vida y con el malestar típico que generan. Al usar este ungüento, es fundamental aplicarla con regularidad para ver los efectos con más rapidez.
Hay que aclarar que la dermatitis es una enfermedad que no se cura, pero que sí puede controlarse con la ayuda de un especialista que le indicará un tratamiento que se adapte a las características de su epidermis. Lo más importante es procurar ser constante en el uso de los productos que se le hayan recomendado, tener la piel limpia e hidratada y evitar el humo del tabaco, sustancias como el cloro y los ácaros.